A la bulliciosa localidad portuaria de Oban en la costa oeste escocesa se la conoce como «la puerta a las islas de Escocia» por su excelente acceso a las islas Hébridas Interiores. Sin embargo, quien se pase a visitar este encantador pueblo se topará con algo más que enlaces de transporte convenientes. Nuestro itinerario de un día te llevará por lo más destacado de la localidad, desde vistas escénicas a la torre de McCaig inspirada en el Coliseo hasta degustaciones de whiskey en el Oban Distillery del siglo XVIII, y sin olvidarnos de los mejores sitios donde comer, alojarse y jugar al golf. También te ofreceremos sugerencias de lugares cercanos a los que ir de visita si te apetece saltar de isla en isla.
Empieza tu visita a Oban en el centro del pueblo cerca de North Pier. Este eje central suele ser un núcleo de actividad con ferris yendo y viniendo para transportar a turistas y locales por igual. El paseo marítimo del muelle, conocido oficialmente como Corran Esplanade, abraza la línea de costa a lo largo de la bahía y hacia el castillo de Dunollie. Continúa tu paseo en dirección norte alejándote del puerto hasta que llegues a la catedral de San Columba.
Esta catedral católica romana se diseñó de acuerdo al estilo neogótico de Sir Giles Gilbert Scott y data de 1959. El edificio actual remplazó a su predecesor de acero corrugado del siglo XX, al que a menudo se le llamaba la «catedral de hojalata». Regresa al paseo marítimo desde la catedral y disfruta de las vistas a la isla de Kerrera. Al pasar el Oban War Memorial, toma el sendero por el bosque que te llevará a los terrenos, castillo y museo de Dunollie.
El castillo de Dunollie original data de la Edad Media y se convirtió en el hogar del clan MacDougall durante el siglo XII. Puedes subir hasta las ruinas del castillo, que en su mayor parte datan del siglo XV, para gozar de unas vistas impresionantes de la bahía de Oban y las islas cercanas. Tras la rebelión jacobita y el castillo ya no siendo apto para cumplir con su función, los MacDougall construyeron la casa de Dunollie. Es ahí donde se aloja ahora el 1745 House Museum, que cuenta con una colección interesante de historia social y ofrece la oportunidad de aprender más sobre el pasado de la zona. Merece la pena darse un paseo por los bonitos bosques que la rodean; además, hay una cafetería y una tienda con tartas caseras y souvenirs locales.
Vuelve por donde has venido atravesando el bosque y el paseo costero hasta el centro del pueblo, donde encontrarás el Oban War and Peace Museum. En esta interesante exposición ubicada en el Old Oban Times Building se presenta la historia de Oban, centrándose en el rol militar de la localidad durante el siglo XX. También tendrás la oportunidad de averiguar más sobre la icónica torre de McCaig.
La torre de McCaig, también conocida como McCaig’s Folly, es un elemento local de lo más característico, que se alza de forma prominente sobre el puerto de Oban. Esta estructura, que toma su inspiración del Coliseo, fue un encargo del banquero local John Stuart McCaig en 1895, aunque nunca llegó a completarse tras su muerte en 1902. Como resultado, la apariencia final que se pretendía lograr sigue siendo un misterio. Si sigues la subida a la torre corta pero empinada desde el centro, te verás recompensado con unas vistas a la bahía que quitan el aliento.
Regresa al centro del pueblo y haz una parada en la catedral episcopal de San Juan, que presenta una mezcla interesante de lo nuevo y lo antiguo. Los planes para ampliar el edificio original de mediados del siglo XIX apenas se habían completado parcialmente cuando se agotaron los fondos en 1910 y tuvo que ponerse acero moderno para soportar el peso de la estructura. La iglesia se convirtió en catedral en 1920.
Es posible que asocies las destilerías con zonas más apartadas y rurales, pero la Oban Distillery rompe el molde con su ubicación estratégica en el centro de la localidad. Fundada en 1794, cuando Oban era un tranquilo pueblo pesquero, es una de las destilerías más antiguas de Escocia. Aprende sobre el proceso de elaboración del whisky durante una visita guiada y degusta un trago o dos de un whisky de malta. No te olvides de pasarte por su interesante exposición y tienda.
Concluye tu visita de un día a Oban en el bando sur del puerto en Pulpit Hill. Desde aquí podrás disfrutar de unas vistas magnificas a la bahía, la torre de McCaig y el castillo de Dunollie. Regresa al pueblo para probar el famoso marisco de la zona durante la cena.
Hay montones de campos con vistas panorámicas cerca de Oban, con el toque añadido de diversión del terreno natural y el clima costero. Desafíate a ti mismo en las colinas del Glencruitten Golf Club, mientras la fauna local te hace de espectador, o dirígete a la isla de Seil para disfrutar de unas vistas pintorescas mientras juegas. Seil no es la única isla disponible para un día de golf, sino que también están el Tobermory Golf Course o el Craignure Golf Club en la isla de Mull o el Iona Golf Course en la isla de Iona.
Las atracciones turísticas de Oban son estupendas para familias, desde paseos por el bosque atravesando el jardín de las hadas del Castillo de Dunollie hasta fascinantes concursos infantiles en el War and Peace Museum. Las excursiones de un día en ferri a las islas cercanas también suponen una aventura emocionante, con montones de castillos interesantes, torres y miradores por descubrir. Para aquellos interesados en la fauna, hay excursiones en barco para avistar focas, ballenas y delfines; además, la isla de Mull cuenta con su propio acuario. También hay montones de actividades de exterior disponibles, como piragüismo, ciclismo o senderismo. Busca la Oban Chocolate Company en el centro de la localidad; es una parada perfecta para entrar en calor tomándote un chocolate caliente o ver cómo se elabora el chocolate en la fábrica de su interior.
Por lo general, los meses de verano se consideran los mejores para visitar Oban, ya que el clima tiende a ser más cálido y seco y los días más largos. Sin embargo, es temporada alta y de mucho apogeo en el pueblo, sobre todo si coincide con las vacaciones escolares. Para disfrutar de una visita más tranquila y probablemente más económica, mayo y septiembre pueden ser una buena opción. De noviembre a marzo, pude hacer mucho frío y algunas de las atracciones turísticas estarán cerradas, aunque puedes beneficiarte de los precios rebajados por temporada baja y hay algunos eventos de los que puedes disfrutar, como el Oban’s Winter Festival.
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